Según el Ministerio de Trabajo del España a final de año 2009 en España hay 3.923.606 parados, y más de 1.400.000 en cursos de formación, lo que sumaría un paro real de 5,4 millones de desempleados.
Si las tendencias continuan la evolución del pasado año, lo cual es previsible a pesar del optimismo del Gobierno, a finales de 2010 se podrían destruir más de 600.000 empleos, alcanzando un desempleo real de 6 millones, es decir un 29,51% de la población.
Varios analistas económicos consideran que éste es un panorama inevitable, debido a la inminente bancarrota de la Seguridad Social, la falta de moderación salarial y el gasto público.
Como ejemplo y a pesar de valorar positivamente la reciente aprobación de la Ley de Economía Sostenible, cuestiona la utilidad de numerosas inversiones realizadas como el Plan E, que se agotarán a corto plazo sin haber creado empleo duradero ni actividades económicas viables por su total dependencia de la administración, la propia ineficacia del sector público y las arbitrariedades en la elección de obras, a menudo guiadas por criterios básicamente políticos de ambito local regional.
Miestras tanto, el otrora lustroso y autodenominado "Motor del empleo y el despegue económico de España", el sector de la construcción y el mercado inmobiliario se encuentran en parálisis casi absoluta, debido en parte a la sobreoferta y sobrevaloración de las viviendas, y por la crisis del sector financiero, que no concede créditos al consumo.
Precisamente la pérdida de poder adquisitivo del ciudadano asociada al desempleo, es tambien la causa de que el mercado minorista esté sufriendo con mayor fuerza el embate de la crisis. En los próximos meses el ritmo de cierre de pequeños negocios o empresas se incrementará por falta de liquidez y de compradores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario